NORTEAMÉRICA.- El patrullaje, los “vecinos vigilantes” y los miembros de la policía que hacen guardia ya no son suficientes para garantizar la seguridad en las delegaciones de la Ciudad de México que colindan con municipios del Estado de México, la entidad que este año se convirtió en la más insegura del país con extorsiones, secuestros, feminicidios, robo a mano armada y asesinatos violentos.
El problema es que los delincuentes delinquen de lado mexiquense y corren al Distrito Federal a donde llegan en dos patadas porque es la región conurbada. A esta estampida se le conoce como “migración delictiva”.
Las cifras hablan por sí solas: seis de los ocho municipios más inseguros del país son colindantes a la capital mexicana: Ciudad Nezahualcóyotl, Coacalco, La Paz, Valle de Chalco Solidaridad, Chalco y Ecatepec.
Analistas creen que este incremento se debe a la persecución federal de la delincuencia organizada en otros estados provocando así un “efecto cucaracha” amén de las altas tasas de narcomenuedo que representa la zona con 18% de consumo que la vuelve cotizada entre la delincuencia organizada.
Francisco Cuevas, vocero de la Unión Industrial del Estado de México alertó que esta medida, sin la coordinación con homólogos mexiquenses, “podría tener repercusiones alarmantes” que ya comienzan a verse como decapitaciones, hombres colgados del puente, y más de 20 ejecuciones en el mes de julio ligadas con la delincuencia organizada y la venta de droga.
Martha López vive en San Juan de Aragón y cuenta: “todos esos delincuentes no dudarán en emigrar a otros lados para expandir su control territorial. En lo que va del año hemos escuchado de más asaltos y se han metido a muchas más casas a robar.”
El jefe delegacional de la Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Román, por ejemplo, ha calificado a municipios como Ecatepec y Nezahualcóyotl como “los más violentos del país” y pretende, “blindar la frontera para evitar que personas provenientes de otros lugares vengan a cometer delitos”.
Pero de acuerdo con Cuevas, “no puede darse de manera aislada, es cierto que en Estado de México operan bandas delincuenciales, pero en el DF también hay cárteles que tienen influencia en toda la Zona Metropolitana”.
Para algunos, efectivamente, este problema no tiene sólo que ver con este tipo de migración, pues el DF ocupa el tercer lugar en índices delictivos. En su columna, Enrique Aranda afirma que esta medida es “terca”, pues el Gobierno del DF se excusa y culpa a otros por la creciente inseguridad, pero que ahí mismo no se crea ni sienta sus raíces.