NORTEAMÉRICA.- Con las presuntas bases de un nuevo acuerdo comercial en América del Norte, el futuro próximo parece ocupado por negociaciones legislativas en Canadá, Estados Unidos y México.
Cuán difíciles o complicadas sean dependerá de muchos factores, pero lo cierto es que sus resultados en los debates dirá mucho de los tres países involucrados.
En el caso mexicano será un congreso dominado por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el grupo que acompañó a Andrés Manuel López Obrador en su gesta electoral. Pero Morena no es un grupo homogéneo y la forma en que sus líderes ejerzan control ofrecerá muchas señales del futuro rejuego político en el país.
El congreso estadounidense es una historia distinta, pero es posible que resienta un fuerte impacto de un presunto acuerdo que a todas luces parece más un intento de reclamo electoral que un convenio armado y consagrado.
Las elecciones del seis de noviembre próximo son críticas para la mayoría legislativa republicana y podrían incluso determinar la posibilidad de que la oposición demócrata promueva un juicio de impugnación política.
A reserva de sorpresas, el Parlamento canadiense estará a bordo, pero nadie espere que Justin Trudeau y sus liberales salgan sin rasguños de un proceso en el que básicamente los canadienses se sintieron traicionados, lastimados o puestos contra la pared.
El futuro se complica más por las elecciones legislativas del seis de noviembre en Estados Unidos, donde el partido republicano del presidente Donald Trump está en riesgo de perder al menos la mayoría en la Cámara baja.
Pero uno de los trabajos mayores está por reconocerse y por iniciarse: la recuperación de confianza entre las tres naciones. Y eso, ciertamente no se presenta como una tarea fácil.