El presidente Donald Trump pretende nominar a la jueza conservadora de la corte federal de apelaciones Amy Coney Barrett para llenar la vacante en la Corte Suprema de Estados Unidos tras la muerte de Ruth Bader Ginsburg, dijeron el viernes dos fuentes, según agencias.
Con este nombramiento dejaría un halo conservador en el corte (seis a tres) a largo plazo dado que los cargos son vitalicios y los tres jueces nombrados por Trump tienen menos de 55 años.
Trump quiere reemplazar a Ginsburg ideológicamente como un ícono liberal que falleció el 18 de septiembre a los 87 años.
Barrett, de 48 años, fue designada por Trump para la Corte de Apelaciones del Séptimo Circuito de Chicago en 2017 y es conocida por sus opiniones conservadoras en materia religiosa y abiertamente anti abortista.
Barrett, quien considera a una de sus carreras profesionales, la abogacía, como un medio para llegar a Dios, es favorita para el puesto junto con otra jueza de apelaciones, Barbara Lagoa, de origen cubano.
Trump tiene lo que parece ser un camino limpio hacia la confirmación del Senado antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, ya que los republicanos cuentan con una mayoría de 53-47 y solo dos senadores en su partido se oponen a avanzar con el proceso.