El periodista Alfredo Corchado, autor del libro Patrias, lanza el reto: a los hijos de esa relación disfuncional nos toca alzar la voz y no lo hemos hecho
(Parte II)
NORTEAMÉRICA.- Por vocación y convicción el periodista Alfredo Corchado se ha convertido en el cronista de los sentimientos de un grupo compuesto por millares, quizá millones, de personas que son efectivamente tan estadounidenses como mexicanos, o tan mexicanos como estadounidenses.
El autor de Homelands, recién publicado en español como Patrias, dio una amplia entrevista cuya primera parte fue publicada en el número anterior de Norteamérica. He aquí la segunda parte:
- ¿Por qué Patrias? ¿Estás diciendo que tienes más de una patria? El concepto de patria es bastante complejo. Por ejemplo, el patriotismo aplica a un sólo país (y no más)
AC: Hay días en que una patria es más mi patria que la otra, pero al final del día tengo dos patrias. Yo creo que el gran privilegio de mi vida es poder vivir y trabajar en los dos países, en México y Estados Unidos. Yo creo que he vivido algo así como la mitad de mi vida en un país y la otra mitad de mi vida en el otro. Y si estoy demasiado tiempo en un país, extraño al otro. Estoy acá y allá, y de verdad, en estos tiempos difíciles [de gran polarización] a veces siento la responsabilidad de ser fuerte en y para mis dos patrias. Hoy me es muy difícil elegir.
- ¿Cómo te defines, como gringo o como mexicano? ¿O quizás como mexicoamericano?
AC: No me puedo definir como gringo o como mexicano siempre. No siento que tenga una sola identidad y no siempre me siento igual. Algunas veces eres más una identidad que la otra. Pienso a veces más en México y a veces más en Estados Unidos. En realidad, me siento cómodo de pertenecer a los dos, y de admirar a ambos países que son míos. Lo realmente interesante es que cuando estoy en México me definen como gringo y cuando estoy aquí me identifican como mexicano. Por ejemplo, a veces en Estados Unidos algunos hablan en inglés sin saber que tú [quien naciste en México y que pareces mexicano] entiendes bien el inglés. Y como dije antes, llegas al punto en que ya no te importa cómo te definan. Ahí viene lo bueno de todo: ¡Eres de los dos lugares! Pero, ¿cuándo hay guerra? Decidir está cabrón.
- O, por ejemplo, en un partido de fútbol, ¿a quién le vas, a Estados Unidos o a México?
AC: Yo le voy siempre al que está más abajo, al que va perdiendo, para que se emparejen.
“Los mexicanos en EU ya no tenemos que elegir entre una patria y otra”
- Alfredo, ¿cómo han cambiado tus patrias? ¿Cómo ves hoy la relación entre México y Estados Unidos?
AC: Ha habido un gran cambio a través de los años, pero el parteaguas del cambio fue la campaña y elección de Donald Trump. Antes de Trump, podríamos decir que estábamos en un matrimonio donde no había tanto amor, no había tanta pasión, pero era muy conveniente mantener esa relación; era muy conveniente tener esa convivencia entre los dos. Ahora hay demasiado rencor, hay mucho coraje. Pero alguien tiene que ser el adulto en esta relación y hasta ahora ha sido México.
Es una condición muy curiosa cuando te sientes parte de ambas patrias. Cuando estuve investigando en el sur de Texas sobre crimen organizado y narcotráfico siempre vi a Estados Unidos como un refugio. Lo veía como un lugar donde no había peligro, donde había esperanza. Pero no necesariamente es así ahora. Estados Unidos ha cambiado bastante; hay cada vez menos esperanza y menos oportunidades. En México continúa la violencia, pero igual me encanta ir allá; ahora para sentir esperanza. Es algo loco, pero es así.
- ¿Qué cambió con Trump en lo que se refiere a la relación México-Estados Unidos?
AC: Parece ser a simple vista que el presidente Trump es la causa de los males en la relación entre México y Estados Unidos. Pero la verdad es que esto no es cierto; lo votaron; alguien lo puso ahí. Había problemas desde antes y Trump se aprovechó; él tomó ventaja y sacó lo peor de Estados Unidos para atacar a México. Como hijos de esta relación que somos, ahora nos toca a nosotros arreglar algo de esto. Ya estamos tan integrados ambos países, que ya no hay manera de separarnos; necesitamos encontrar soluciones de manera conjunta. Y si vemos además la demografía, podemos darnos cuenta de que ya no podemos cambiar. Nos toca, como hijos de ese matrimonio disfuncional: hablar, alzar la voz. Pero hasta ahora no lo hemos hecho.
- ¿Tienes esperanza en tus patrias? ¿Crees que hayamos tocado fondo y que podamos cambiar las cosas? ¿O crees que todavía tengamos que tocar fondo y que debamos quizás, terminar en un divorcio?
AC: Tengo esperanza, pero a veces pienso que en mi vida no voy a poder ver ese cambio tan anhelado. Hoy en día tengo esa duda. No creo que haya algo que nos pueda frenar para encontrar soluciones efectivas y arreglar nuestras diferencias. Pero lo que sí veo es un cambio potencial mucho más lento de lo que lo veía antes.
Trump le tomó la medida al México de la 4T
- Y hacia el final de tu vida, cuando te retires, ¿dónde piensas hacerlo? ¿En cuál de tus dos patrias quisieras pasar los últimos años de tu vida?
AC: ¿Estamos ya en la etapa para comenzar a pensar en eso? Es una buena pregunta, pues a veces me la hago yo también. ¿Aquí o allá? Tengo dos opciones… Yo creo que el lugar donde me siento más cómodo es en la frontera, pero también es ahora en la frontera donde más te golpean. Ahí eres como una piñata. Antes aguantabas ser piñata de ambos países. Ahora no sabes hasta dónde vas a aguantar, cuánto te van a pegar. Me gustaría terminar viviendo en México, pero siento que sería mejor ir a la frontera.
Y pienso también en el periodismo, una carrera que no puedo dejar. Pensé un día dejar el periodismo para dar clases. Pero desafortunadamente, el periodismo es como una adicción, es una enfermedad. Quise cambiar de actividad (de ocupación), pero a los dos o tres días, me di cuenta que no me sentía bien y que además empeoraba; no había ninguna solución. No había ninguna medicina que te la tomes tres veces al día y te permita mejorar. En la frontera podría hacer periodismo todo el tiempo. Aquí es también donde puedes estar en cualquiera de tus dos patrias solamente cruzando un puente. Es por eso que es la frontera donde yo creo que puedo terminar.
Ficha Bibliográfica
- Autor: Alfredo Corchado
- Título: Patrias: Cuatro Amigos, Dos Países y la Gran Migración Mexicana
- Ciudad de México, Debate, 2019
- pp. 368, $169
Alfredo Corchado es corresponsal fronterizo y jefe de la oficina de México del periódico estadounidense The Dallas Morning News. Es autor de Patrias y Midnight in Mexico (Medianoche en México). Ha sido becario Nieman, Lannan y Rockefeller, y también invitado del Centro Woodrow Wilson y el Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego. Ha sido también ganador de los premios Maria Moors Cabot y Elijah Parish Lovejoy por su valentía en el trabajo periodístico.