A través de grupos de whatsApp y en redes sociales, circula una convocatoria en las últimas horas para la formación de una caravana de hondureños.
En la fotografía de un gráfico se informa que el punto de partida será en la central de camiones, a las 4:00 de la madrugada del próximo 1 de octubre en un cuarto intento desde la Central Metropolitana de San Pedro Sula.
“Para aquellos que busquen nuevas oportunidades de vida en México”.
En abril pasado, un grupo que salió de Honduras fue interceptado en la frontera con Guatemala, sin poder concretar su ruta hasta Chiapas.
Medios de comunicación centroamericanos han reportado que, pese a esto, “el paso hormiga de migrantes se ha registrado en departamentos como Esquipulas, en Guatemala”. También en Tecún Umán para cruzar por el río Suchiate.
El gobierno de Guatemala ha reabierto sus fronteras en Centroamérica, lo que aumenta las posibilidades de nuevos intentos de grupos de migrantes por animarse a salir desde otros puntos de Centroamérica con rumbo hacia México, a fin de escalar por territorio nacional y llegar a la frontera con Estados Unidos.
Las redadas por parte del Instituto Nacional de Migración se han reactivado en puestos de control y sitios fronterizos con Guatemala, a fin de detectar a personas en tránsito de manera ilegal después de que el presidente Donald Trump amenazó con bloquear el libre comercio entre México y EEUU —del cual, el primero es dependiente absoluto en su economía—.
Irineo Mújica, activista de la organización estadounidense Sin Froteras, quien había apoyado a algunas de estas caravanas, informó que no apoyará en tiempos de elecciones en EEUU para evitar que el republicano Trump le dé uso político a los flujos masivos.
Centroamérica vive hace al menos una década una crisis de inseguridad, violencia y ausencia de Estado de Derecho que se suma a las malas condiciones económicas que complican el día a día en la región.