Bajo la lupa de los partidos que se oponen a la figura, el Instituto Electoral de la capital mexicana busca hacer realidad el escaño de la diáspora chilanga, una de las más politizadas del país
MEXICO.- El Instituto Electoral de la Ciudad de México trabaja a marchas forzadas para que antes de que termine el mes de agosto la figura de diputado migrante tenga un reglamento que deje claros los requisitos de quién puede ser elegido, con qué documentación debe contar, bajo qué condiciones se puede votar…
“Es un paso histórico no solo para la vida de la capital mexicana, sino del país entero”, advirtió Yuri Beltrán, consejero del instituto. “Estamos respondiendo a una constitución de vanguardia que reconoce los derechos electorales de los migrantes no sólo a votar sino a ser votados para cargos y ser votados por quienes están fuera del país”.
A diferencia de Zacatecas o Jalisco donde se vota por una representación legislativa migrante, pero quienes los eligen son los mismos ciudadanos que viven en México; en la CDMX serán los propios migrantes quienes voten desde Estados Unidos.
VER: Voto Chilango
Yuri Beltrán reconoce que la figura tiene muchos retos después de que los diputados en la CDMX quisieron eliminarla y se tuvo que recurrir a los tribunales electorales.

FIGURA INCOMODA
A los migrantes de la Ciudad de México les ha costado sudor y lagrimas que les cedieran una de las 66 curules en el congreso local. Idas y vueltas desde Estados Unidos muchas veces pagadas desde su bolsillo, antesalas, ninguneos y hasta una demanda ante el Tribunal Electoral de la capital mexicana porque a los partidos no acaba de gustarles.
En tiempos donde se pelea codo a codo cada representación, ¿qué es eso de que desde el exterior se vote para que alguien los represente en el congreso, un emigrante que se fue y en adelante querrá leyes a su medida con temas que se escapan de las manos a la política local?
No lo expresaron tal cual, pero, algunos paisanos en el exterior como los activistas de la organización binacional Migrante Aztlán así lo interpretaron cuando la diputada Leonor Gómez Otegui, del Partido del Trabajo (hoy independiente) promovió quitar la figura de diputado migrante que se autorizó el año pasado. Y lo logró.
Daniel Tatcher, catedrático de la Universidad de la CDMX, analista político del voto exterior y un activista clave para revertir la decisión del congreso a principios de año, comenta a Norteamérica que cuando el congreso decidió eliminar la diputación migrante, los mexicanos en el exterior interpusieron un juicio ante las autoridades electorales porque el legislativo estaba violando el principio de “progresividad” con argumentos tales como que los costos son muy elevados.
“Era una especie de mercantilización del derecho, o sea, si es muy caro, entonces los derechos se pierden: ¡algo muy absurdo!”.
Al menos 5% de quienes nacieron en la capital mexicana vive actualmente en el extranjero. Esto es un universo de alrededor de 500,000 personas de un total de 8.8 millones y representan una población altamente politizada.
Juventino Montiel, de Migrante Aztlán, recuerda en entrevista con este medio que alrededor de la mitad de los 92,000 votantes en la elección federal de 2018 eran chilangos. “Calculamos que pueden votar hasta 50,000 para tener una diputación que los represente en las elecciones de 2021”.
María García, activista de la organización destaca que hasta ahora los políticos mexicanos han inhibido el voto exterior con candados que no tiene un votante aquí. Por ejemplo: una vez que se obtuvo la credencial para votar, un paisano fuera de México tiene que pedir que se le incluy en la lista nominal, un trámite muy engorroso. “Siempre han querido limitarnos”.
RETOS
Otro de los temores es que los partidos inconformes con la figura de diputado migrante den una última batalla y excusen cualquier falla en el reglamento para impungnarlo. “Debemos ser muy cautelosos”, advirtió Montiel.
El analista Tatcher sugiere que el diputado migrante debería trasladarse a despachar en la Ciudad de México durante el tiempo que ocupe el escaño, que debe cumplir las mismas obligaciones que cualquier otro congresista sin perder la comunicación con su comunidad y, con base en este contcto y su respectivo conocimiento proponer iniciativas.
El consejero Beltrán ha dicho en el proceso electoral 2021 cada partido deberá tener un candidato a diputado migrante.
En entrevista con este medio, Beltrán dice que ya se está trabajando con el comité técnico que desde hace tiempo ha apoyado la figura de la diputación, además de los retos del voto por internet (que sea confiable, aunque ya hubo un antecedente en las elecciones anteriores para jefede Gobierno) y las campañas.
“La legislación prohíbe la erogación de recursos en el extranjero y los actos de campaña por lo que tenemos que encontrar la manera de promoverlo”.
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