José Roy Ángulo
NORTEAMÉRICA.-México produce 3.7 millones de toneladas de tomates, de las cuales 1.7 millones van a la exportación y de este volumen, solamente Sinaloa aporta el 25 por ciento de dicha producción.
Mario Haroldo Robles Escalante, gerente de la Comisión para la Investigación y Defensa de las Hortalizas (CIDH), explica la lucha que se ha emprendido por el gobierno mexicano y las organizaciones como caades para demostrar que no existen pruebas contundentes que demuestren el presunto “dumping” en el que aparentemente se esta incurriendo.
Para el vecino país del norte, el tomate que se consume, 1 de cada 2 tomates es mexicano, de ahí la importancia que igualmente reviste para ese mercado la producción nacional.
“Nosotros, hemos tenido que enfrentar un proceso muy largo ante la falta de respuesta por parte del gobierno americano y al final, respondieron que su intención era terminar con el acuerdo de suspensión que se tiene establecido”.
Por su parte, Gustavo Rojo Plasencia, presidente de la Confederación de Asociaciones Agricolas del Estado de Sinaloa (CAADES), dijo que la última propuesta presentada al Departamento de Comercio, es digna de ser tomada en cuenta, no obstante, la negociación continúa.
Esto, estará generando un impacto muy fuerte en el consumidor americano porque se estaría multiplicando por tres el costo al consumidor final.
Por el lado mexicano, dijo que sería el pequeño productor quien sentiría también el impacto con un costo financiero, bajaría la producción y las fuentes de empleo.
En ese aspecto, los propios trabajadores del campo observan con preocupación el panorama, toda vez que en reuniones celebradas con los propios jornaleros y sus familias, sienten el riesgo de perder la única fuente de empleo que tienen.
La gran mayoría, en su poco entender, se sienten amenazados, no obstante sienten la confianza en sus patrones de que se llegara a un final feliz y podrán seguir asistiendo a Sinaloa a desarrollar las actividades que es lo único que saben hacer.
Robles Escalante, dijo que aquí no es particularmente el corte del tomate el problema, sino que existen muchas otras labores que se desarrollan alrededor de la actividad agrícola.
Si bien, Sinaloa no se impacta particularmente en la producción, si se cuenta con una aportación aproximada al 25 por ciento del total a nivel nacional con alrededor de 800 mil toneladas que se producen y de las cuales, 400 mil van al mercado de la exportación.
Cabe destacar que existen otras opciones de mercado que de igual manera se vienen explorando, sin embargo Estados Unidos ha sido históricamente la alternativa mas cercana.
No obstante se conoce de algunas misiones europeas que igualmente se han interesado por el tomate mexicano y particularmente de Sinaloa de ahí que a futuro se puede hacer algunas negociaciones.
El gerente de la CIDH, no descarta que antes que concluya el plazo establecido en la demanda de “dumping” se pueda alcanzar una negociación que favorezca a ambas partes.
El tomate mexicano reúne las características y los estándares de calidad suficientes para seguir en el mercado, sin embargo aquí influyen muchos otros factores que han generado la disputa de ambos países.