Algunos economistas consideran que hay recesión si por dos trimestres consecutivos se registra un número negativo del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual ocurrió en Estados Unidos. El principal peligro del escenario actual más allá de la discusión técnica sobre qué es una recesión, señalan analistas, es que se produzca una especie de “efecto contagio” entre las economías.
“Lo más inquietante del escenario económico estadounidense es que el consumo interno se ha debilitado, como también la inversión privada”, dijo José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC) de México. Pero “hay claroscuros” en el contexto actual, dado que la producción industrial ha seguido avanzando, agregó.
Sin embargo, en la medida que la economía de EE.UU. se debilita, los efectos están alcanzando a socios comerciales por el alto nivel de intercambio comercial. “Se produce una ola expansiva donde el comercio exterior se ve afectado”, comentó de la Cruz.
Otro canal de contagio o “factor de transmisión” hacia el exterior es el debilitamiento de los flujos de dinero que salen desde EE.UU..
Ya sea porque se desaceleren Europa o China y terminen afectando a Estados Unidos, o porque -al revés- Estados Unidos se sumerja en las aguas recesivas y afecte a los demás, la estrecha interconexión entre las economías hace que los vaivenes en un lado del planeta se amplifiquen hacia el resto.
Los mercados, anticipándose a una posible recesión global, han estado deshaciéndose de las inversiones más arriesgadas para cubrirse del potencial aguacero o disminuyendo los contratos a futuro en la compra de algunas materias primas. En medio de una estanflación (alta inflación con bajo crecimiento) que se expande rápidamente por el mundo, el riesgo de recesión es percibido por algunos como una amenaza a la vuelta de la esquina.
“Profundización de la estanflación y riesgo de #recesión en rojo intermitente”, publicó en Twitter el destacado economista Mohamed el Erian. El presidente Biden indicó poco después de la publicación del reporte que “después del crecimiento económico histórico del año pasado, y la recuperación de los empleos del sector privado perdidos durante la crisis pandémica, no sorprende que la economía se esté desacelerando a medida que la Reserva Federal actúa para reducir la inflación”.
“Pero incluso cuando enfrentamos desafíos globales históricos, estamos en el camino correcto y saldremos de esta transición más fuertes y seguros. Nuestro mercado laboral sigue siendo históricamente sólido, con un desempleo del 3,6 % y más de 1 millón de puestos de trabajo creados solo en el segundo trimestre (y)…El gasto de los consumidores sigue creciendo”.