Las ventajas de un país que invierte en educación y en atraer los mejores talentos, las mentes más brillantes del mundo, es que un día esas mentes te hacen una vacuna con la mano en la cintura como ocurrió con el COVID-19.
Y así los laboratorios de Pfizer, Moderna y Novavax fueron condicionados a no vender sus vacunas a ningún otro país hasta que EEUU esté totalmente inmunizado.
No se ha logrado, pero una vez vacunadas las personas dedicadas a las salud, la tercera edad y los maestros ya vamos contando 168 millones de vacunados en EEUU está prácticamente por la libre y en los hechos ¡todo el mundo se puede poner la vacuna!
Si eres mayor de 16, te pones en una fila y listo. Hay algunas excepciones, algunos estados o condados o farmacéuticas que se ponen algunos moños, pero esto es prácticamente una fachada.
Un informe de la Universidad de Duke dice que Estados Unidos podría tener un exceso de dosis de vacunas contra el covid-19. El estimado es que habría acumulado alrededor de 300 millones para finales de julio.
Y eso que el país tiene detenidas la autorización de Astrazéneca y Jonhson & Jonhson por algunas reacciones de coagulación de la sangre que han sido reportadas en diversos países.
Para llegar a la conclusión de que existen 300 millones de vacunas acumuladas, los investigadores Krishna Udayakumar y Mark McClellan utilizaron datos sobre los compromisos de compra anticipada del Gobierno de Estados Unidos con los gigantes farmacéuticos.
El caso es que en EEUU hay abundancia mientras que en México se había logrado hasta principios de abril la aplicación de apenas poco más de nueve millones de dosis, su vecino del Norte tiene 168 millones con todo y los antivacunas desatados.
Que no se inyectan porque les van a poner un chip, que les puede dar una trombosis por los coágulos en la sangre, que no van a ser conejillos de indias y todos esos argumentos.
Hace poco hablaba con un fisicoterapeuta joven de Florida, 27 años, y me decía que él es fuerte, que cuando su ex esposa se inyectaba hace tiempo contra la influencia, él no y aún así él no se enfermaba y que mejor se va a esperar y dejar que otros se jueguen el pellejo con la vacuna anti covid.
Lo primero que me pasó por la mente es qué bien porque tengo unas amigas y amigos que quieren venir de México a vacunarse y pues así ya hay un par de dosis libres para ellos. Entonces, pues: unas por otras.
De acuerdo con la información oficial, actualmente se vacuna contra COVID-19 a cualquier persona independientemente de su residencia o estado migratorio en: Alabama, California, Colorado, Indiana, Iowa, Michigan, Nevada, Nuevo México, Ohio, Tennessee y Texas.
Previamente, estos estados habían mostrado cierta flexibilidad. En muchos contados, las autoridades sanitarias se hacían de la vista gorda y vacunaban a cualquiera que se presentara en los lugares donde no se requería cita. O incluso con cita si la persona argumentaba que estaba en condición de riesgo.
Para recibir la inoculación no se ha exigido el número de seguro social en ningún momento ni prueba alguna de estatus migratorio. En los estados más ortodoxos, como Florida, exigían como máximo una ID o simplemente cualquier identificación.
Los primeros rumores que llegaron a México sobre estas “aperturas” o “flexibilizaciones” fueron desde Texas y California. En febrero. “Mi primo se vacuno en Bronwsville”, “Mi vecino fue a Los Angeles”, decían aquí o allá en las conversaciones entre amigos.
Ahora mismo hay datos de las aerolíneas que vuelan entre EEUU y México que para el próximo mes están ya reservados 90,000 vuelos. Y se sospecha que es para turismo COVID.
¿Qué dicen los que mexicanos que vienen?
En resumen. Están aprovechando una oportunidad. Estaba hablando con Cony Rosas, una académica, y me decía que prácticamente está pensando en viajar a Estados Unidos a ponerse la vacuna anti COVID-19 como una inversión.
Claro que esto se limita a gente como ella y muchos de sus amigos universitarios de clase media y media alta que cuentan con visa, dinero para pagarse la estancia si no tienen familia, para ir y venir en busca de la inmunidad.
Ella misma que tiene un post grado en administración pública y ha sido una crítica abierta de los privilegios está cayendo en un privilegio y no le gusta mucho.
De hecho me pidió que le cambiara el nombre porque le avergüenza un poco. Se lo pensó y se lo pensó bastante que si José Origel lo hizo y fue muy mal visto en las redes sociales, etcétera. Pero al final dijo
“Lo voy a hacer porque no quiero ni puedo seguir en aislamiento, necesito trabajar porque se me quedaron los ahorros”.