NORTEAMÉRICA.- Aún no habían transcurrido ni 48 horas tras el triunfo del candidato demócrata Donald Trump cuando el presidente mexicano Enrique Peña Nieto le llamó por teléfono para felicitarlo y arrancar una nueva era de entendimiento en una conversación “amable y cordial”, lejos del lenguaje chabacano del magnate.
“Somos aliados, vecinos y socios; si a México le va bien también a Estados Unidos y viceversa. Hay lazos inseparables entre ambos países”, anunció el mandatario a quien en agosto pasado le llovieron las criticas por invitar al magnate al país después de las ofensas.
Pero tras el triunfo la actitud de muchos mexicanos dio un giro para aceptar la derrota y empezar la conciliación.
La senadora Mariana Gómez del Campo, quien previo a la contienda electoral en Estados Unidos promovió en la Cámara Alta el uso de una camiseta a favor de la demócrata Hillary Clinton, dijo en las últimas horas que en adelante los mexicanos “tenemos que lograr cerrar un capítulo de agravios para pasar a uno de diálogo y entendimiento”.
Desde la trinchera de hombres de negocio, un puñado de empresarios que otrora fueron muy críticos a las generalizaciones de Trump, confiaron en la “solidez” y “madurez” de las instituciones estadounidenses” que “evitarán un desastre económico” y en cambio pidieron enfocarse en los problemas internos.
“Preocupémonos por México, no por Trump”, dijo Manuel Díaz, presidente de Grupo Ei, en su cuenta de Twitter, la red social que utilizó desde tiempo de las campañas para matizar los comentarios negativos que se vertían desde aquí contra Trump después de que situó a México como el enemigo a vencer por enviar inmigrantes indocumentados, droga y lo “peor” de la sociedad.
“Es tiempo de ser fuertes, respetuosos y constructivso. Estados Unidos y México están destinados a ser socios, uno no puede ser exitoso si el otro falla”, detalló Del Valle. “A quitarse la cruda y a darle duro con mucha honestidad, alegría, esperanza y muchos huevos”, pidió Arturo Elías Ayub, presidente de Fundación Telmex.
“México tiene que empezar a ver por su propio desarrollo más allá de pensar en la migración como una válvula de escape a sus problemas”, dijo Leticia Calderón, analista del tema migratorio en el Instituto Mora en entrevista con este diario.