Pablo Ruiz Nápoles
Eduardo Moreno Reyes
NORTEAMÉRICA.- El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha sido estudiado desde varios ángulos y diversos propósitos en sus 24 años de historia. En renegociació a parir de 2017 bajo la presión del actual gobierno de los Estados Unidos, que se queja de que el acuerdo comercial ha sido injusto para su economía y sus trabajadores. Pero no hay pruebas claras de que el TLCAN haya favorecido a ningún país miembro sobre cualquier otro. Las condiciones que el gobierno de los EE UU quiere imponer para renovar su vigencia son en realidad inaceptables para México y para Canadá. Pero todo parece basarse en un equívoco.
Una gráfica de la Balanza Comercial de México de 1994 a 2015, dá la impresión de que México ha sido beneficiado con el TLCAN, por su superávit en el comercio con el TLCAN que alcanzaba en 2015 los 122 mil millones de dólares.
Esto es insuficiente para emitir una opinión definitiva desde el punto de vista de la teoría económica ortodoxa del comercio internacional: en el contexto de esta teoría todos ganan en el libre comercio, que no es un juego de suma cero. La pregunta a responder debería ser qué país gana más y cual gana menos.
Para responderla, usarmos desarrollos de análisis edstructural aprovechados ya por la Unión Europea (U) para la realización de un estudio sobre el impacto económico de las exportaciones de la UE en el mundo. El resultado fue el reporte EU Exports to the World: Effects on employment and income (2015) disponible en Internet.
En nuestro caso copiamos el modelo del Reporte UE con el objetivo de construir y utilizar un modelo multi-regional de insumo-producto para la región de América del Norte: Canadá, México y EE. UU. y determinar los efectos del TLCAN en los ingresos, la producción y la mano de obra en cada una de las tres economías.
El modelo permitió obtener información detallada sobre el impacto del TLCAN en cada uno de los tres países miembros en tres variables básicas: Producto Bruto, Valor Agregado y Trabajo durante el período de 2000 a 2014.
Algunos resultados importantes
A pesar de su reputación como una economía altamente abierta, el valor agregado de EE. UU. depende mucho más de sus actividades nacionales que en las de exportación. Datos de 2014 indican que el 90.8 por ciento del valor agregado de EE. UU. es generado por la demanda final de los EE. UU., neta de exportaciones, mientras que solo 1.6 y 7.6 por ciento son generados por exportaciones al TLCAN y Resto del Mundo, respectivamente.
El valor agregado de Canadá se genera en un 75 por ciento por su propia demanda final y el resto en un 25 por ciento por sus exportaciones, un 13.6 por ciento por las exportaciones al TLCAN.
El valor agregado de México se genera en un 81 por ciento por las actividades nacionales y el resto por las exportaciones. Y también 13.6 por ciento por exportaciones al TLCAN.
Según las estimaciones de nuestro modelo, la cantidad de valor agregado generado por las exportaciones al TLCAN en 2014 fue mayor en los EE. UU. (275 mil millones de dólares) que en Canadá (227 mil millones) o en México (167 mil millones).
Durante este período de 14 años, las cifras del valor agregado muestran solo cambios menores que pueden deberse a la inflación, ya que estamos usando valores de precios corrientes. Pero la estructura permanece más o menos igual.
El otro tema importante es, por supuesto, el trabajo. En los Estados Unidos, el 93 por ciento de los empleos son generados por las actividades nacionales y el 7 por ciento por las exportaciones; solo 1.2 por ciento por exportaciones al TLCAN. En Canadá, las actividades domésticas generaron el 79 por ciento de la mano de obra total, el 10.5 por ciento de las exportaciones al TLCAN y la diferencia por exportaciones a otros países. En el caso de México, la importancia de las actividades domésticas en la generación de empleo es del 85 por ciento, las exportaciones a los Estados Unidos generan el 11 por ciento y el resto son exportaciones a otros países.
En el caso de la mano de obra generada por las exportaciones al TLCAN, México es el líder con 4,6 millones de trabajadores en estas actividades, Canadá es el segundo con 2 millones y los Estados Unidos el tercero con 1,9 millones de personas. En este período de 2000 a 2014, los EE. UU. generaron menos empleos en las exportaciones a México, 119 mil; y Canadá perdió 668 mil en sus exportaciones a los EE. UU.
Conclusiones
Para los Estados Unidos, el TLCAN no es realmente importante como fuente de valor agregado o el empleo generados por las exportaciones en su territorio.
A pesar de ser el país que genera más valor agregado en sus exportaciones al TLCAN, en términos de comercio individual genera menos al exportar a Canadá que Canadá exportando a los Estados Unidos, y también las exportaciones a México generan menos valor agregado que las de México a ese país.
En el caso de la mano de obra, México claramente genera más mano de obra, exportando a los Estados Unidos y a Canadá, que cada uno de ellos exportando a México.
Se deduce que la administración de los EE. UU. hace mal en quejarse de que el TLCAN sea injusto para los Estados Unidos, ya que obtiene más valor agregado de la negociación con el TLCAN que los otros dos países miembros, México y Canadá.
El problema parece ser que, teniendo en cuenta el comercio de cada país a los EE. UU. en particular, el valor agregado generado es mayor en cada uno de ellos que en los EE. UU. con cada uno. Parece extraño, pero eso es lo que indican las cifras., y el gobierno estadounidense lo ve así. Y en consecuencia, México pasó de socio a enemigo comercial. Olvida Trump que del valor agregado que se genera en México, dividido en salarios y ganancias, la mayor parte son ganancias yque, al ser las empresas en su mayoría estadunidenses, tarde que temprano van a parar a los corporativos en ese pais.
En el caso de la mano de obra, México genera más por sus actividades de exportación que Estados Unidos. Pero el gobierno de los Estados Unidos olvida que esa era exactamente la idea: generar ocupación en México para evitar la migración a los Estados Unidos. La cuestión es que la migración no se ha detenido de todos modos, porque la economía mexicana no funciona por varias razones, incluso antes del TLCAN.
El presidente Trump está mezclando cosas al tratar de tener su propio TLCAN, es decir, modificado para lo que cree que es su conveniencia y detener la migración mexicana a los Estados Unidos a toda costa.
La respuesta es que no necesitamos el TLCAN; podemos usar las reglas de la Organización Mundial del Comercio y jugar como cualquier otra persona en el mundo.
*Síntesis de la ponencia presentada en el 26º congreso de la Asociación Internacional de Insumo-Producto en Juiz de Fora, Brasil, 26 al 29 de junio 2018.