El equipo del presidente Joe Biden nunca encontrará la voluntad y el coraje político para actuar sin la presión militante e implacable de los movimientos sociales que defienden los derechos de los inmigrantes y las otras causas progresistas.
Lo aprendimos bien y a un muy alto costo durante la era de Obama.
A nivel táctico, el indulto presidencial debe convertirse urgentemente en prioridad para todo el movimiento por los derechos de los inmigrantes desde ahora y hasta noviembre.
Todas las organizaciones que abogan por los latinos y asiáticos en los Estados Unidos debemos unirnos y empujar vigorosamente el llamado a una indulto presidencial general inmediato. En esa estrategia está la clave para empoderar a los votantes latinos y asiáticos para las elecciones de este año.
Debemos condicionar nuestro apoyo a todos los candidatos demócratas que dicen ser nuestros aliados y buscan nuestro apoyo para que se comprometan, firmando un pliego petitorio.
- Que respalden el llamado para que Biden emita un indulto presidencial general inmediato
- Que si son elegidos, se comprometan a continuar apoyando ese llamado, independientemente del resultado general.
- Que secomprometan a patrocinar y votar por las leyes que permitan la legalización para todos los inmigrantes, proporcionen un camino hacia la ciudadanía y deroguen todas las leyes restrictivas y punitivas anteriores que datan de 1986.
- Que promuevan una nueva arquitectura multilateral para la migración regional en América del Norte.
¡Eso sí sacudirá al árbol!
Una campaña del indulto pondría fuego a los pies de los demócratas para que abanderen y luchen de verdad por leyes a favor de los inmigrantes. Quedarán sobre aviso de que, a menos que firmen el compromiso y lo cumplan en serio, no tendrían el voto latino y asiático, permanentemente.
Dejemos a los académicos constitucionales que debatan la viabilidad de emitir un indulto presidencial tan audaz y extenso: existe un amplio precedente en la jurisprudencia estadounidense para indultos presidenciales colectivos.
Dejemos que los políticos timoratos y engañosos que han traicionado a las comunidades inmigrantes una y otra vez ahora sientan el calor que viene de la furia de los inmigrantes, solicitantes de asilo, y deportados.
Dejemos que el presidente Biden confronte por fin sus propias ilusiones ingenuas sobre la viabilidad de negociar algo (lo que sea) sobre inmigración con los cerrados y extremistas republicanos trumpistas, y finalmente despierte y encuentre la voluntad y determinación de actuar con audacia mientras pueda.
O antes que pierda el el voto latino, asiático y el de otros sectores progresistas hartos de su pusilanimidad e incapacidad para entregar resultados hasta el momento.
Si se atreve a dar ese golpe de timón, el país y la región en su conjunto deben comenzar a confrontar y a trabajar en conjunto para reducir el enredado caos migratorio de décadas.
Entonces, o presionamos a Biden para que corte la renuencia estadounidense frente a la migración o continuará el caos social y político en su país y por toda la región, atrasándose aún más a las otras áreas mejor integradas del mundo moderno. No hay alternativa.
Presidente Biden: ¡Firme el indulto general y ayude a llevar a Norteamérica a un nuevo comienzo!
Candidatos demócratas: ¡firmen el compromiso o enfrenten la derrota este noviembre!
¡Norteamericanos somos todos!