NORTEAMÉRICA.- Rodeado de piedras basálticas y bosques de manzanilla creció Martín Vázquez hasta los 12 años, cuando su familia cambió el sol y el campo de Yahualica, Jalisco, por el freeway de Los Ángeles, California, sin que él modificara un ápice su pasión por el futbol soccer.
El balón siguió en sus pies y a los 17 años se inció profesionalmente como mediocampista en CalState hasta que, en 1992, sus habilidades con el balonpié lo regresaron a su patria con la Selección Mexicana en partidos no oficiales y cuatro años después regresó a la estadounidense para enfrentar a Guatemala.
Vázquez se convirtió así en el primer mexicoamericano en jugar con los dos selecciones y le siguieron 19 más que, con las dos nacionalidades, han tenido finalmente que decidir por defender la bandera de las barras y las estrellas porque no se puede estar oficialmente en las dos.
“El jugador tiene que tener una visión futurista, ya que si juega un partido oficial con Estados Unidos –en este caso- y no vuelve a ser llamado, perdió la oportunidad de estar en México o viceversa”, dice el periodista y escritor Ernesto Campos “El Trotaestadios”.
Uno de los casos más recientes es el del portero del Club León, William Yarbrough, quien vio su oportunidad en Estados Unidos cuando no fue convocado por la selección mexicana por Miguel “El Piojo” Herrera.
William Yarbrough
“En este momento hay mejores porteros que William y él vio mayor crecimiento allá y eso es valioso: tal vez en un par de año se convierta en uno de los mejores guardametas”, acento Campos.
La historia de mexicanos en la selección de futbol americana se remonta a 1954 con Rubén Mendoza, has quien nació en 1931 en St. Louis, Missouri, pero criado en Durango desde los ocho años y hasta los 16 en Durango, cuando regresó a Estados Unidos. Siete años después debutó con la selección norteamericana ante Haití.
Rubén Mendoza
Veintitrés años después, a partir de 1997, la presencia de mexicanos se fue a la alza y 17 más se sumaron a la lista de los que llevan la camiseta del país de franjas y estrellas, entre quienes han destacado Joe Corona, Greg Garza, Herculez Gómez, Miguel Ibarra y Michael Orozco.
Algunos fueron creciendo poco a poco como Michael Orozco quien desde joven se ha destacado como defensa central con Estados Unidos y formó parte de los seleccionados estadounidenses que disputaron los juegos Olímpicos de Beijing 2008 y luego, gracias al llamado de Bob Bradley, en la eliminatoria para el Mundial de Sudáfrica.
En 2012 que Orozco anotó su primer gol y lo hizo contra México, haciendo historia, pues fue la primera vez que Estados Unidos le ganaba a la selección mexicana en el Estadio Azteca.
Michael Orozco
José Francisco Torres también llamó la atención de la Federación de Estados Unidos, que lo invitó a formar parte de la Selección Sub-23 para los Juegos Olímpicos de Beijing; Torres declinó la invitación, esperando ser tomado en cuenta por la Selección Mexicana, pero se quedó esperando.
Finalmente “El Gringo” debutó oficialmente el 11 de octubre con Estados Unidos contra Trinidad & Tobago y formó parte del plantel que jugó la Copa Mundial de 2010.
Otros futbolistas han sido formados por el TRI, pero debutando en la mayor de Estados Unidos.
Casos como el de Édgar Castillo, quien fue convocado con la Selección Mexicana por Hugo Sánchez, quien lo debutó y le dio oportunidad de jugar dos partidos amistosos, frente a Colombia y Guatemala en el 2008, pero en noviembre de 2009 acudió a su primer llamado oficial con Estados Unidos. Así se convirtió en el segundo jugador en portar las dos playeras.
Actualmente John Requejo, William Yarbrough y Paul Arriola, han decidido formar parte de la lista de los convocados por Estados Unidos al Mundial sub20 de Nueva Zelanda, dejando de lado cualquier posibilidad de jugar con la selección mexicana, a pesar de que los tres juegan con clubes mexicanos.