La distancia entre el sur de México y el norte es más corta por el Este del país y esto lleva a la mayoría de los migrantes centroamericanos y a muchos mexicanos del sur a Texas.
Si comparamos que desde Guatemala a Tamaulipas, la distancia puede ser de alrededor de 2,800 kilómetros, por Chihuahua unos 3,500 y por California 4, 800, el precio del coyote suele ser más barato por territorio texano que suele estar en manos de los republicanos.
Por allá tenemos ahora a un duro y oportunista gobernador Greg Abbott, que se empieza a jalar los reflectores porque en fechas recientes hizo grandes migas de foco político con Donald Trump, el ex presidente lo visitó se mostraron como punta de lanza de la bandera antiinmigrante en tiempos de los republicanos.
Así, en las semanas pasadas presentó un plan para erigir una barrera a lo largo de la frontera del estado con México y comenzar a arrestar a migrantes.
Gregg Abbott y los principales líderes legislativos republicanos firmaron una carta que, según el gobernador, asigna 250 millones de dólares como “pago inicial para comenzar el muro fronterizo” que suspendió Joe Biden, ya están buscando a un gerente de proyecto para la construcción de la barrera estatal y crearon un sitio web, para que quienes apoyen la construcción del muro hagan contribuciones y envíen cheques por correo.
La situación se está poniendo color de hormiga como dicen algunos de mis colegas periodistas, entre las estrategias legales del gobernador texano debido al incremento en el flujo migratorio, dice, incluye una declaratoria de emergencia en los 28 condados ubicados a lo largo de toda la frontera con México que le garantizará recursos económicos y la posibilidad de más detenciones por parte de policías locales estatales no sólo de ICE o la migra.
A los indocumentados se les acusará por allanamiento de morada y estarán sujetos a arresto y confinamiento.
Las nuevas políticas también abren la posibilidad de que los rancheros sean espías, chivatones. Aprovechan el miedo que los ganaderos locales tienen porque ante la pandemia, las eternas crisis económicas del sur y la ambición de los cárteles los ha puesto en una situación de vulnerabilidad sin precedentes
El incremento del flujo migratorio han llevado a muchos a estar permanentemente armados para intentar protegerse de aquellos que cruzan sus tierras, especialmente narcotraficantes y “coyotes”, pero ahora los traficantes se les han puesto al tú por tú.
Un ranchero del fronterizo condado de Brooks, en Texas, quien pidió el anonimato, contó a un medio local que su familia ha sido dueña de estos terrenos por más de siete décadas, pero ahora es la primera vez que sienten que la situación se encuentra “fuera de control”.
El mes pasado uno de sus vecinos reportó haberse encontrado de frente con narcotraficantes, quien al verlo, en vez de escapar, lo amenazaron con armas de alto calibre. El ranchero de Brooks Pensó que lo iban a matar y dijo que temía que un día me pueda pasar lo mismo.
Es curioso porque este ranchero dijo que no era justo que ni siquiera en tus propias tierras, en tu casa, te sientas seguro y pues justamente eso es el crimen organizado. Y a ver cómo se pone la cosa.
Esta misma preocupación la expresó la Asociación de Ganaderos de Texas y el Suroeste en su página web.
Estos ganaderos dicen que la clave de todo esto está en que antes los que cruzaban la frontera eran generalmente hombres provenientes de México que buscaban trabajo le dejaban galones de agua vacíos, ropa, gorras, mochilas y muchas bolsas de plástico botadas y eso les molestaba, pero ahora están peor porque la migración ahora está en manos de narcotraficantes que se internan en los terrenos de los rancheros en su intento de evadir a las autoridades.
La molestia que los republicanos van a exprimir es que el Gobierno federal está enfocándose en establecer albergues para los migrantes, pero nadie habla de compensar a los rancheros que estamos siendo afectados y los riesgos de tener tantas casas de seguridad regadas por ahí.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza ha arrestado a más de 11,000 inmigrantes indocumentados que estaban escondidos en más de 700 casas de seguridad en la frontera con México, la gran mayoría en Texas, desde que comenzó el presente año fiscal 2021.
Gran parte de estas casas de seguridad se han encontrado en la frontera de Texas en el Sector del Valle del Río Grande de la Patrulla Fronteriza, donde se han ubicado 320 viviendas controladas por los “coyotes” donde los migrantes aguardan hasta el momento de poder ir viajar el punto final de su camino y algunos.
Algunos testimonios dicen que es un infierno de incertidumbre, zozobra, malas atenciones.