NORTEAMÉRICA.- Los funcionarios de los Estados Unidos preocupados por el terrorismo “deberían mirar hacia el norte, en lugar del sur”, afirman los expertos.
De hecho, según la historia, ha habido mas intentos terroristas desde Canadá, o de origen doméstico que procedentes de México, como afirma el presidente Donald Trump en su afán por presentar la situación migratoria como una emergencia nacional.
Pero la idea de una muralla en la frontera de Estados Unidos y Canadá parece aún menos factible que la propuesta pared en la frontera con México.
Está por un lado la complicación de que la frontera es de 8,891 kilómetros de largo, de los que 2,475 corresponden a la frontera con Alaska y sin olvidar, por supuesto, que una parte de la misma corresponde a los Grandes Lagos.
El problema físico es sobre todo en el este, donde hay obstáculos con cuatro de los cinco Grandes Lagos -el Superior, el Huron, el Erie y el Ontario-, aunque también están las cordilleras: las Apalaches, que van de Canada a Alabama, y las Rocallosas, que van de Alaska a Nuevo México.
UNA FRONTERA POROSA
Pero mas que nada, en lo que se refiere a la porción principal, es una linea ininterrumpida, cordial, pacífica y de acuerdo con un grupo de cartas, al menos tan vulnerable como la mexicana, si no mas.
“En las últimas dos décadas, varios complots de alto perfil involucraron a sospechosos que ingresaron a los Estados Unidos desde Canadá, incluida una trama para bombardear el sistema de metro de Nueva York en 1997, la trama de la “bomba del milenio” alrededor del Año Nuevo en 2000, el caso de “los 17″ de Toronto en 2006, y un frustrado plan para bombardear trenes Amtrak en el estado de Nueva York en 2013”, consignó la empresa de análisis Stratfor.
“¿Dónde están esas, ustedes saben, las áreas porosas en nuestra estructura de seguridad nacional?”, dijo el Representante Lou Correa (D-Calif.), que se espera dirija el Subcomité de Supervisión de Seguridad Doméstica y Eficiencia de Gestión de la Cámara de Representantes. “Creo que mirar la frontera canadiense es definitivamente un lugar al que quiero ir”, consignó la revista electrónica especializada político.com.
Claro que ese punto podría verse simplemente como una fórmula para molestar a Trump y su gobierno, pero el hecho es que ya hace años hay señalamientos sobre la porosidad de la frontera canadiense.
La insistencia de Trump de proclamar una emergencia nacional a propósito de la situación en la frontera con México llevó a una serie de verificaciones, que pusieron en claro que en 2017 hubo seis detenidos en la frontera sur porque su nombre aparecía en la lista de posibles terroristas; en la frontera con Canadá hubo 41 arrestos.
¿MANTENER FUERA A LOS CANADIENSES?
En junio de 2017, por ejemplo, el semanario The Economistse referìa a “El caso para construir una pared para mantener fuera a los canadienses”. Claro también que sería un insulto para un país que como Canadá ha sido por décadas uno de los mas leales si no el mas leal de los aliados estadounidenses.
Pero eso tiene poco que ver con la política doméstica de Estados Unidos, y el hecho es que los dos países comparten una frontera casi el triple de la que divide a Estados Unidos y México, con 13 estados estadounidenses y ocho provincias canadienses donde “agrupaciones de ciudades y vías fluviales flotan alrededor de partes de la frontera, pero vastas franjas están escasamente pobladas y cubren un terreno accidentado”.
En su informe mas reciente sobre terrorismo, correspondiente a 2017, el Departamento de Estado señaló que Canadá sufrió tres ataques terroristas en ese año y que “la principal amenaza interna proviene de actores solitarios” inspirados por organizaciones como el Estado Islámico y Al Qaeda.
Pero en México, los diplomáticos de los Estados Unidos dijeron que “no había evidencia creíble” que muestre que los grupos terroristas globales se hayan instalado enviado miembros a los Estados Unidos a través de la frontera suroeste.
El propio reporte 2017 del Departamento de Estado hizo notar sin embargo que “la frontera sur de los Estados Unidos permanece vulnerable al potencial tránsito de terroristas, aunque los grupos terroristas probablemente seleccionen otras vías para tratar de entrar a los EEUU”..
Claro que en términos de delincuentes violentos hay una diferencia notable. Pandillas con la “Mara Salvatrucha” centroamericana o los carteles mexicanos del narcotráfico tienen una bien ganada reputación de criminalidad y crueldad.
Lo cierto es que puede dudarse de que alguna vez se construya una muralla en la frontera de Estados Unidos con Canadá. Pero también que el debate al menos no se puede descontar.